lunes, 18 de marzo de 2013

Hazlo (1)

Tienes dos opciones. Puedes hacer que las cosas pasen. O puedes dejar que las cosas pasen, simplemente. Dejar que las cosas pasen es fácil. No requiere esfuerzo de tu parte. El problema es que cuando dejas que pasen, las cosas casi nunca serán de la manera en que tú querías que fuesen.


La otra opción es hacer que las cosas pasen. Para esto hace falta que tú te involucres activamente. Requiere esfuerzo, al igual que enfoque, compromiso, disciplina y perseverancia. Cosas que suenan complicadas; y lo son. Sin embrago, el mero hecho de que sean difíciles de realizarlas, no significa que deban ser evitadas.


Cuando haces lo que hace falta para que las cosas sucedan, consigues los resultados que deseas. La única manera de lograr que la vida te dé lo que quieres, es poniendo todo lo que tienes de tu parte. Y eso se hace con acciones y con esfuerzo.


Por supuesto, puedes correr el riesgo y simplemente dejar que las cosas pasen. Hasta puede que tengas suerte, aunque pocas veces sucede. O puedes dar los pasos necesarios, poner todo de ti mismo día tras día y hacer que las cosas sucedan. Es el único camino confiable hacia la construcción de la vida que deseas.


Hazlo (2)


En lugar de protestar y quejarte por aquello que debes hacer simplemente encáralo y termínalo. Las dificultades que intentas evitar no provienen del esfuerzo requerido para hacerlo, sino de tu mala predisposición.

Hazlo. Hay montones de personas que darían cualquier cosa sólo por tener la oportunidad de hacer eso que tú no quieres. Piénsalo. ¿Es realmente tan terrible tener que hacerlo? No, por supuesto que no. Poder sentirte útil es una bendición. Ser efectivo y productivo debería ser motivo de alegría. Tienes una tarea especial por hacer. Eres responsable de marcar una diferencia y tienes la capacidad para hacerlo. ¿Qué más podrías pedir?

Piensa cuan satisfecho te sentirás una vez que el trabajo este hecho. Entusiásmate con la oportunidad de diferenciarte, de hacer un aporte positivo. Deja atrás tu mala predisposición, cambia tu actitud y la pesada carga se convertirá en bendición.


viernes, 15 de marzo de 2013

Prepara tu mente para el éxito

He aquí cinco actitudes a tener en cuenta para vivir exitosamente. Tenlas presentes mientras transcurre tu día.



 - Sé activo: no reactivo. Al actuar reactivamente pierdes el control de tu destino. Al reaccionar te distraes, pierdes tiempo y la alejas de aquello que realmente deseas. Siendo activo, tomando la iniciativa, evitarás tener que llegar a “reaccionar”.

 - Recuerda que los que “saben cómo hacer algo”, siempre trabajarán para quienes “saben por qué ese algo debe ser hecho”. Busca el porqué de las cosas y trata de tener una visión global. Siempre habrá quienes sepan cómo hacer las cosas. Pero en el mundo se premia a los visionarios que saben por qué esas cosas deben ser hechas.

 - Mantente enfocado. Saltando de una cosa a otra diluyes tus habilidades, tu entusiasmo y tu tiempo. Aunque puedes alcanzar aquello que desees, no puedes lograr todo al mismo tiempo. Decide qué quieres realmente y ve por ello. Aprende a dejar corre lo demás.

 - Busca oportunidades en todas las situaciones, especialmente en los “problemas”. Cada problema – tenlo por seguro- está relacionado con una oportunidad. Las oportunidades están en todas partes. Aprende a abrir tus ojos a ellas. Pregúntate: “¿Cómo puedo hacer esto mejor? ¿Por qué pasó aquello? ¿Qué evitaría que este problema se repita en el futuro?”

 - Busca maneras de crear valor. Aquellos que logran generar el mayor valor posible, para la mayor cantidad de gente posible, son los que triunfan en la vida.

Tú y tu sueño. La mejor manera de lidiar con tus miedos es enfrentarlos sin vueltas. Es simple, pero muy difícil. Y totalmente necesario. Cuando encaras aquello que temes, tu miedo comienza a diluirse. Y rápidamente, ese miedo ya no tendrá espacio en tu vida.

Mira a tu alrededor ¡Eso eres tú!

Piensa por un momento cómo se ve tu entorno. Aquello que hace día a día. Tu entorno tiene gran influencia en tus posibilidades de crecimiento y de tener éxito. Si pasa tus días rodeado de cosas o situaciones que te limitan, tus oportunidades de triunfar serán limitadas. Si, en cambio, estás rodeado por un ambiente edificante, atraes bienestar a tu vida.

Echa una mirada a tu alrededor…

¿Cómo te alimentas? ¿Llenas tu cuerpo con “basura” o con alimentos de alta calidad nutritiva?


¿Te quedas hipnotizado durante horas a la TV? ¿O estás constantemente buscando vivir plenamente la vida a través de experiencias nuevas y “reales”?

¿Con quienes te relacionas? ¿Con personas que gastan energías en cosas intrascendentes y que se entregan la placer fácil? ¿O con quienes te desafían a superarte física, intelectual y espiritualmente?

¿Cómo son los lugares en los cuales sueles moverte? Tu casa, la oficina, el auto, tu vecindario… ¿Están sucios, desordenados y rotos; o limpios, ordenados y bien mantenidos?

¿Qué hay de espiritualidad? ¿Te dejas llevar sin rumbo por la vida o tienes valores y objetivos claros?

Cada cosa en tu vida afecta a todas las demás. No puedes pretender vivir en medio de un caos en casa y ser exitoso en tu carrera. No puedes esperar alcanzar grandes logros en tu vida si te pasas las noches bebiendo en el bar o pegado a la TV.

Mira a tu alrededor: Lugares, personas, actividades, valores. Estas cosas te definen. Y el control sobre ellas está en etus manos. Si no te agrada lo que tu entorno dice de ti, haz algo por modificarlo. Empieza a ingerir alimentos de mejor calidad (las bananas no son más caras que las patatas fritas). Júntate con gente que te desafíe y estimule y deja las trivialidades para los demás. Limpia y ordena tu escritorio, tu auto y tu jardín. Apaga la TV. Y tomate el tiempo necesario para alcanzar un claro entendimiento del sentido que deseas darle a tu vida.


Hay que aprender estilos de vidas saludables, por que estos nos llevaran a tener una vida plena.

lunes, 11 de marzo de 2013

Escucha

Puedes aprender muchas cosas escuchando, aunque lamentablemente es muy poca la gente que realmente escucha. Cuando el otro habla, la mayoría de nosotros está ocupado tratando de pensar en lo que dirá a continuación, porque no apreciamos lo que se nos está diciendo.

Una conversación no es un concurso. Es un intercambio. Cuando no te permites escuchar adecuadamente, el que pierdes eres tú.  La próxima vea que escuches a alguien, trata de escucharlo realmente. Intenta entender su punto de vista, aún cuando no estés de acuerdo. Siempre hay algo que puedes aprender.

Cuando escuchas de veras no necesitas preocuparte por lo que dirás a continuación. Digas lo que digas, será menos importante que la impresión positiva que habrás generado escuchando atentamente.

Escucha y aprende. Escucha con respeto. Escucha y recibe simpatía y respeto. Escuchar es sencillo una vez que te decides a hacerlo. Dale fuerza y efectividad a tu comunicación. Escucha, escucha de veras.


Aprendamos a escuchar y a sentir empatía por él otro, si nosotros queremos ser escuchados y comprendidos.

domingo, 10 de marzo de 2013

Superando el temor al rechazo

¿El temor al rechazo te impide hacer lo que deberias hacer para alcanzar tus sueños? Imagina por un instante todo lo podrías lograr si pudieses superar ese temor.


Pregúntate qué es lo peor que podría pasar si fueses rechazado. Por lo general, lo peor que podría pasar es que escuhases a alguien diciendo "NO", ¿sería tan grave?

Convierte ese temor en algo positivo. el miedo aporta energía y ayuda a concentrarse exactamente en aquello a lo que uno teme. Así que siente miedo, saca coraje y claridad a partir de él y ve por aquello que te asusta, de todos modos. No permitas que el miedo te detenga. A provéchalo para motivarte y asi enfrentar la situación lo mejor preparado posible.

Con práctica aprenderás a trascender el miedo. Buscar ser rechazado y experiméntalo. Empieza poco a poco, con cosas sin importancia. Llama a un amigo al que sabes ocupado e invítalo a almorzar muy sobre la hora. Lo más probable es que responda "No, gracias" y tú habras agregado un rechazo a tu "banco de pruebas". Tómalo como un juego, contabilizando la cantidad de "rechazos" que recibes antes del "Sí". Con cada experiencia, irás comprendiendo que un rechazo no es "el fin del mundo" y que, por lo tanto, no hay nada que temer.

Date cuenta que cada uno es responsable de lo que vale. Nada de lo que alguien puede hacer, decir o pensar podrá modificar lo que tú vales como ser humano. Sólo tú tienes el poder de hacerlo. Es imposible que alguien pueda rechazarte a menos que tú se lo permitas, porque el rechazo, en realidad, ocurre en tu mente.

Cree en lo que haces. Eso hará que el rechaazo sea problema del otro y no tuyo.

El coronel Harlan Sanders era un jubilado que recibía ayuda de la Seguridad Social. Tenía una deliciosa receta para cocianr pollo frito, y decidió tratar de venderla a restaurantes a cambio de un porcentaje de los ingresos que su receta generase. El coronel Sanders recorrió los Estados Unidos pasando noches en su auto, buscando restaurantes que puediesen estar interesados en su receta. Fue rechazado 1 009 veces antes de que alguien finalemente respondiera "Sí", ¡Mil nueve rechazos! Gracias a que pudo volver a intentarlo una y otra vez, hizo una fortuna como socio fundador de la famosa cadena Kentucky Fried Chicken.

No permitas que el miedo al rechazo te detenga. En cambio, aprende a enfrentarlo sin vueltas. 





Esta es una lectura que nos hace pensar cuantas veces tenemos miedos absurdos que no nos permiten avanzar y a veces nos crean persepciones erróneas de las cosas y sobre nosotros mismos.

Espero que esta lectura los ayude, a ustedes los lectores, a mantenerse valientes en este tempestuoso viaje al que llamamos vida.

Preparate para estar confiado

Para alcanzar el éxito en cualquier emprendimiento, debes tener mucha confianza. Para superar tus miedos, necesitas tener confianza. Y la confianza se obtiene estando preparado.

Si estás adecuadamente preparado, puedes lograr la confianza necesaria para alcanzar lo que sea. De hecho, la confianza es una excelente medida del grado de preparación que uno tiene. El alumno que estudia para un examen importante llega a rendirlo tranquilo y confiado. El orador que revisa su presentación una y otra vez está confiado al pararse frente al micrófono.

Si te falta confianza, necesitas más preparación. Dedica el tiempo y esfuerzo necesarios para prepararte adecuadamente y lograrás la confianza necesaria. Prepararse es un trabajo duro. Sin él, sin embargo, tendrás que conformarte con la arrogancia en lugar de confianza, y la arrogancia, tarde o temprano, fracasa.


Haz tu tarea. Prepárate. Llega preparado y estate confiado de veras. Atraerás el éxito como un imán.

Esta es una lección que pretendo aplicar en mí, espero que ustedes tambien saquen provecho con estas lecturas! Cuidense y que tengan un buen dia! mis queridos lectores.