Una conversación no es un concurso.
Es un intercambio. Cuando no te permites escuchar adecuadamente, el que pierdes
eres tú. La próxima vea que escuches a
alguien, trata de escucharlo realmente. Intenta entender su punto de vista, aún
cuando no estés de acuerdo. Siempre hay algo que puedes aprender.
Cuando escuchas de veras no
necesitas preocuparte por lo que dirás a continuación. Digas lo que digas, será
menos importante que la impresión positiva que habrás generado escuchando
atentamente.
Escucha y aprende. Escucha con
respeto. Escucha y recibe simpatía y respeto. Escuchar es sencillo una vez que
te decides a hacerlo. Dale fuerza y efectividad a tu comunicación. Escucha, escucha
de veras.
Aprendamos a escuchar y a sentir empatía por él otro, si nosotros queremos ser escuchados y comprendidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario